domingo, 23 de octubre de 2011

Rubicón Fishing Jigging Record 2011

Ya está aquí de vuelta.
Los próximos días 24,25 y 26 de Noviembre se volverán a dar cita buenos pescadores nacionales e insulares, además de muy buenos amigos que volveremos a encontrarnos en la maravillosa marina de Playa Blanca.


Aquí el enlace a la página oficial de Rubicón Fishing y bases del evento :Rubiconfishing.com

El evento, como siempre, está organizado por la empresa de charter privado Rubicón Fishing, promovido por Oscar Pinedo, que no ha dudado en tratar de mantener el nivel de un campeonato de pesca que si por algo destaca además de por los records y excelentes capturas, es por la comodidad, bienestar y logística minuciosamente trabajada por la organización.


La recepción a los equipos, la logística, el ambiente en el que se celebra, la entrega de premios... todo está al más alto nivel, y eso, siempre es de agradecer.
Tema a parte son las capturas, siempre sorprendentes pese a que en ninguno de los dos años anteriores la actividad del pescado y la meteorología han ayudado en lo más mínimo, todo lo contrario. Durante el primer año, fue un horror ver como la actividad era casi nula, y solamente unos cuentos tuvimos la suerte de dar con capturas interesantes. Ya durante el segundo año, el viento y las olas hicieron de las suyas (el que conozca la Bocayna que separa Fuerteventura de Lanzarote, sabe de que hablo), y tan sólo las embarcaciones mejor preparadas para pescar al garete y mantenerse sobre las marcas pudimos pescar en condiciones, duras pero asumibles en aquellos días.

El mero que nos dio el premio a la presa mayor, al mayor serránido, y 1º puesto del evento durante el primer año. Una excelente pieza.

Meros, jureles, samas, sierras y bicudas suelen ser lo más común, junto con os siempre presentes loquillos y los esporádicos abades.

Los jureles siempre se han dejado ver. Conocemos sus hábitats, y sabemos dónde suelen estar, aunque eso no te asegure subir alguno a bordo.

Algunas capturas forman parte del menú que después de pescar, degustamos todos los pescadores durante las cenas (el carpaccio de mero está increíble). El resto siempre es destinado a Ongs y organizaciones dedicadas a ayudar los más necesitados.

Dani y el que escribe hemos logrado varios records con líneas de 65 y 70 lb, pero por una parte no buscamos ningún reconocimiento por levantar meros y jureles (cuanto menos en un libro), y por otra, nos parece una locura pagar unos 40 € por pieza inscrita, y otros 40 sólo por hacernos socios de la Igfa. Vamos, que si haces tres records, pagas 160€ por estar inscrito en un libro con el riesgo de que mañana venga otro y rompa un record. Además, no me parece nada meritorio registrar con 65/70 lb jureles, samas y meros que se quedan pequeños si tengo en cuenta otras capturas fuera del campeonato, que tampoco nos interesó registrar con líneas similares. Conclusión: lo de la mayoría de los records es simplemente un negocio para sacarnos los cuartos.

 Pachico, Dani y el que escribe, tripulación oficial del Greca.

Si, no deja de ser un evento deportivo y una forma de promocionar el negocio de la pesca deportiva en Lanzarote, pero para muchos, para la mayoría (entre los que nos encontramos nosotros) sigue siendo simplemente una oportunidad para relacionarnos personalmente con otros pescadores, y con gente a la a veces conocemos únicamente a través de los medios del ciber espacio. 


He hecho muy buenos amigos allí, gente con la que hoy en día mantengo una relación especial, y con la que he vivido buenos momentos tanto alrededor de una mesa como cerca del mar.
Por otro lado están también los amigos y amigas de siempre, los que te desean suerte antes de salir de casa y los que te felicitan nada más bajarte del barco, quemado del sol y con los brazos destrozados después de más de 7 horas sin parar.

Familia, amigos y amigas, parientas...

En fin señores, que será siempre un placer saludar a algunos, y dar un abrazo a otros a los que tengo muchas ganas de verle el "hocico".
Recuerden, este mes de Noviembre, durante la tercera semana en Marina Rubicón, Playa Blanca. Allí nos vemos (no lo tengo asegurado por razones de trabajo, pero espero poder asistir), para charlar, reírnos, debatir, hacer amistades nuevas, y reforzar otras que están en la distancia.
Un abrazo y saludos a todos, espero verlos por aquí.

domingo, 9 de octubre de 2011

Monopesca, yes please.

Ha vuelto el viento... y doy gracias, ya que con él han llegado días de descanso para dar reposo a piernas, espalda y sobre todo muñeca.
Pero antes de que Eolo rompiese la calma, pasaron algunas cosillas sobre el Oriolano, la embarcación a la que le ha tocado asumir nuestras batallitas en alta mar por esta zona.

La monopesca a spinning siempre me ha parecido aburrida y monótona, y he llegado a criticarla (pese a que son salvabolos). Pero pienso que tiene sus excepciones, aparte de los gustos personales de cada uno. Me explico.
Las bicudas, sierras y pejerreis son aburridos si solamente los pescas o atacan a un determinado señuelo que estas cansado de usar, pero si consigues engañarlos con skiping lures, paseantes, popers o vinilos (amén de los equipos ligeros), la satisfacción es triple. Lo mismo me ocurre con otros bichos como las lubinas y las bailas. Cambio 5 pegadas habituales por 1 inhabitual cuando la monotonía se apodera de mí.
Igualmente nos ocurre a Jigging, si bien aquí el uso de equipos más ligeros ayudan al uso de señuelos como los rubber e inchicus, y técnicas como el Rubber jigging, Inchiku, Tenyu y el Eging (de las cuales no suelo practicar ninguna).
Vamos, que me apunto a la monopesca siempre y cuando no sea aburrida y repetitiva.

Entre jornadas en las que he aprovechado para caminar y dar lances a ratos sin mucho resultado, hemos disfrutado Dani y este que escribe de dos días tremendos practicando el lance embarcados. El objetivo: abundantes bicudas que no se cortan un pelo en subir a la superficie una y otra vez para atacar paseantes, popers y minnows, y los abades, que sabemos dónde se localizan por nuestra zona y a los que simplemente echamos de menos.

Pro Q, Bujinu, Sammy, Habano y Aile fueron los señuelos que más triunfaron con las bicudas, que preferían por igual señuelos de superficie como hundidos.

Sobre las bicus, no puedo decir más que han sido muy abundantes : una, otra y otra más hasta completar decenas de ellas han mordido, saltado y puestas en libertad. Era espectacular ver tal cantidad correr tras las muestras, tocarlas, soltarse... y volver a clavar. En un sólo lance lo habitual era tener más de 3-4 ataques. Pero tampoco era plan de destrozar señuelos por destrozarlos (uno de mis Pro Q se fue en la boca de una larguirucha), por lo que barajamos la opción de probar con los pejerreis, y con los abades a jigging.
Los primeros, desaparecidos. Los segundos si decidieron hacer acto de presencia.


Y como los pejerreis no estaban por la labor, después de dedicarles más de dos horas trabajando la superficie, pusimos rumbo a marcas de marisco, planas pero en las que hemos encontrado bastantes abades con anterioridad.
Fue llegar, y en 3-4 pasadas largas quedar pegado con uno de estos serránidos.


Nada del otro mundo, un abade que rondaba los casi tres kl y que atacó en su zona inhabitual de media agua, para subir sin rechistar y sacarse la retratera. Un abade buscado y capturado durante una tarde entretenida en la que no aparecieron más abades..

Eso ha sido todo : una gran cantidad de bicudas que atacaban a todo lo que se moviese cerca de ellas, y un sólo abade que salió para terminar de colorear el cuadro que empezamos por la mañana. Diez horas embarcado, diez horas disfrutando de la compañía y el mar, evadiendome de la crisis, la corrupción y el telediario que no hace más que dar malas noticias. Mejor me vuelvo a la orilla...

martes, 4 de octubre de 2011

Disculpen la tardanza, pero uno ha estado muy liado.
Ha sido una semana y media full, a tope en la que no hemos parado, sobre todo de pescar. Desde la semana pasada han ocurrido bastantes cosas cerca y en medio del mar.

Jigging, cogiendo la forma...

Hacía tiempo que no me subía al "Greca" acompañado de mi tío. Teníamos ganas de seguir tanteando a los grandes medregales, y sondear marcas habituales de samas y abades, que por mi parte se han hecho de rogar, no por la de Pachico. También tenemos en la mente el próximo "Rubicón Fishing Jigging Record", y queremos ir retomando viejas costumbres, como amigos y como equipo. Dani faltó por trabajo, pero en breve se sumara durante alguna jornada.

Me levanto a las 4,30 de la mañana, me marco una hora de coche hasta llegar dónde se guarda el barco, otra media hora hasta llegar al muelle...y por fin a las 6,30 estábamos en el agua. Una odisea para este ser que adora la cama y es fan de la postura horizontal.
Total, que sobre las 7 de la mañana ya estábamos bajando al fondo jigs, primero el patrón mientras yo preparaba mi equipo. Primera bajada, y primer trancón en el fondo.


Sube una señora bicuda de 7 kl, de las que se ven ya de muy en cuando.
Ya en la segunda bajada, rescato del cajón de los recuerdos un Quicker Long de Bassday, un jig que llevaba años olvidado en casa y que decidí raptar para darle su oportunidad, a sabiendas de que tocaríamos piedras con posibilidades de buenos carángidos. El jorobado en sus días dio bastantes alegrías con los del antifaz.


Uno, dos, tres, cuatro... y zassss!!, quedo clavado. Al principio se dejó venir, para acto seguido arrancar con una carrera leve, y volver a subir unos diez metros. Finalmente, ya para no liarme, acabó transformándose en lo que seguramente era, una servilola dumerilli, para arrancar con una carrera contundente hacia el fondo, ante la que nada pude hacer ya que la trenza partió incomprensiblemente, seguramente debido a algún de roce anterior.

A partir de ahí tan sólo puedo decir que con la fuerte leva que reinaba en el mar, y el ventoral que producía unos garetes terribles, comencé a marear y vomitar hasta tal punto que practicamente no pesque, y mucho menos saqué fotos de las múltiples capturas.
El patrón pescó sólo, y atestiguo que cada bajada que realizaba se saldaba con una sierra o bicuda, amén de una sama pluma y dos loquillos pequeños que volvieron al agua. Se presagiaba actividad en el fóndo.
Lo más interesante hasta entonces fueron dos pajareras que se levantaron a pocas millas, en las que ballenas, pardelas y listados se movían rápidamente dando leña en superficie. Usar señuelos de superficie era cosa imposible por las omnipresentes pardelas que los atacaban sin recelo, por lo que me anime con un Bujinu ante el que no se pudo resistir un hermoso listado de 10 kl.


Para lanzar, tan sólo tenía a mano la Kenai con el Twin Power 4000 embobinado con 30lb, por lo que fue una gozada pelearlo, si bien me dí rápidamente cuenta de lo mal que podría haber acabado la cosa si llegan estar por medio rabiles o patudos medianitos, que no hubiesen necesitado mucho para seguramente haberme dejado con las manos vacías.

Abandonado el tema de los atunes, volvimos a fondos de 120-130 metros, en los que de nuevo el patrón se saldaba cada bajada con una captura. Yo mientras, seguía a lo mío dejando el estómago...
Fue increíble presenciar tal actividad, si bien me maldecia por casi no poder sostenerme en pié y mantener el equilibrio; esos días son los que uno siempre desea y yo tuve el peor día que he pasado embarcado. Pachico me marcó un 18-2, toda una goleada ante mi cara amarilla y mis escalofríos sudorosos.


Un día casi terrible en su momento, pero a día de hoy un día curioso y cuanto menos entretenido. Pescar con mi tío siempre es agradable.

Días de spinning, y los Vecinos de visita.

Estos días atrás no hemos parado, y personalmente me he dado una paliza considerable, y todo sea dicho, sin obtener demasiada recompensa.
Tenía acordado con los compañeros y vecinos de la Maxorata, José Luis y Alejandro pasar unos días por aquí el Miércoles y Jueves, por lo que aproveché Lunes y Martes para patear veriles con Dani. Tan sólo este pejerrei subió para hacerse con el Pro Q y plantar una bonita pelea después de buscarlos durante toda la mañana.


Ya durante los días que pasé junto a mis vecinos nos dedicamos a tocar todos los diferentes veriles que pudimos tras sierras, bicudas, pejerreis, bailas y lubinas, buscando específicamente pese a las malas condiciones que tuvimos. Fue una pena que el viento y las olas nos impidiesen pescar en los lugares que teníamos planeados, si bien salió una sierra y una señora aguja, además de algún que otro pejerrei y baila que acabó desanzuelandose. Igualmente, la actividad nos jugó una mala pasada. El compañero Abe lo tiene muy bien relatado en su blogg "En el Intento".
Señores, como les dije, fue un placer pasar tan buenos ratos con ustedes, y espero volver a verlos muy pronto. Un fuerte abrazo.

Más Jigging.

Después de descansar el viernes de tanto caminar y pescar, el sabado decidimos salir con el barco Pachico y el que escribe, y de nuevo por desgracia Dani se perdía la visita a Fuerteventura por culpa del trabajo(o no, ya que por la tarde salió en "El Oriolano" e hizo una muy buena pesca de listados y bicudas).
Fue un día de bonanza total (unas 10 horas de pesca activa), con un sol radiante y un agua totalmente clara. No disfrutamos de las capturas que esperábamos, pero si tuvimos la suerte de dar con algún loquillo y numerosas bicudas que rompieron la monotonía con la que nos encontramos en ocasiones.


Desde aquí quiero mandarle también un saludo y un abrazo a los chicos del "Bazoka", que nos acompañaron durante la jornada, y con los que compartimos un fantástico almuerzo en alta mar.
Buenos pescadores de jigging y mejores personas, lograron hacerse con varios de bocinegros, loquillos, sierras y alguna bicuda. Buena pesca la de los compañeros.

Y más spinning...

Como decía al principio, no he parado la pata durante estos días, en los que ni tiempo he tenido para ponerme al día por aquí con cada jornada de pesca.
Ayer decidí volver a una zona que toqué hace días junto a los vecinos majoreros. Aconsejado por Alejandro y J.L., bailas, lubinas, pejerreis y ocasionales palometones eran el objetivo con la marea llena.
Durante tres horas caminé por todo el veril lanzando y probando artefactos, si bien finalmente me decidí por pequeños jigs y bucktails adornados para ganar lance y evitar las abundantes algas que había en el fondo.


Los primeros en aparecer fueron los pejerreis, pequeños pero muy entretenidos con el equipo ligero. Cuatro fueron puestos en seco, y otros tantos lograron zafarse el señuelo entre saltos y olas en la orilla. Todos fueron liberados.


Ya con la marea vaciando y de vuelta al coche con poca luz, una pequeña e imprevista baila ha sido la que ha tomado la muestra en la orilla, un bucktail perla al que no le presagiaba esta presa. Una lástima que no fuese la mama o el papa.


Foto y al agua.


Llegando al coche, suena el móvil: hay sms de Abe y llamada perdida, mostrándome una foto de un hermoso palometón con Antonio de protagonista que menos de 10 kl no aparenta en la imagen. Lo llamo para que me cuente, y me pone los dientes largos y afilados.... (abajo enlace a la entrada). Antonio a tenido suerte con varios ataques y capturas importantes, y desde aquí le doy la enhorabuena por esos fantásticos animales. Son unos maestros los majoreros, y no sólo lo demuestran con sus capturas, si no también con las sueltas y sus buenas maneras.


En fin, que el de ayer fue un día de pesca ligera, de captura y suelta, y de más pateo. De los lebranchos, ni olerlos, por lo que seguiré buscándolos antes de que desparezcan.
Hoy he descansado de tanta pesca, y mañana vuelvo a la rutina del pateo por veriles, esta vez con la cabeza puesta en los dorados. Pasado toca de nuevo Jigging y spinning de barco... Ya les cuento.

Un saludo.