lunes, 16 de abril de 2012

Pesca en Seychelles.

Siento la tardanza, pero aún me estoy recuperando de mis dolores de una de las muelas de juicio (me está matando), y con este sufrimiento durante tántos días, es imposible concentrarse y sentarse frente al ordenador para hacer las cosas con criterio...

El tiempo, y el maldito ciclón...

Nuestro viaje fue increíble, y como primera experiencia tropical, nos volvimos con muy buen sabor de boca, si bien es cierto que un ciclón instaurado al norte de Madagascar nos mando directamente a Seychelles los coletazos del temporal, con vientos de hasta 18 nudos y periodos de olas que el amigo Daniel aprovechó para poder surfear en aquel paraíso. Igual el temporal nos vino hasta bien, ya que en total disfrutamos de 4 días completos de Popping y Jigging, y el resto lo dedicamos a disfrutar haciendo turismo, conociendo y empapándonos de aquel maravilloso archipiélago, visitando islas, comiendo...

Hablando estrictamente de la pesca, puedo decir que algo, en cierta forma, fue decepcionante: teniendo en cuenta lo limitados que nos vimos en cuanto a poder movernos con los barcos debido al mal tiempo, finalmente acabamos haciendo Popping en buenos enclaves, pero no en los que teníamos pensados, y por supuesto no en los más vírgenes a los que podíamos acceder partiendo todas las mañanas desde Mahé.
Salieron muy buenos Gts, pero no en la cantidad que esperábamos. En cuanto al Jigging, igualmente nos vimos muy limitados, impidiéndonos el viento poder visitar Birth Island, Platte o el South Drop Off ( gran caída sur en la que termina la inmensa plataforma sobre la que se sitúan las islas interiores de Seychelles), en el cuál muchos pescadores y amigos que hicimos nos aseguraban que se encuentran con facilidad Doggys, Snapers, Jobfish, Yellowfins, Velas... Al final, nos vimos bajando hierros en fondos que jamás superaron los 50 metros de profundidad, y en ocasiones hasta en 30 metros. Toda una desgracia para nosotros, por lo que en la mayoría de ocasiones declinamos estas opciones, en favor del Popping, que aunque con viento y olas, por lo menos nos proporcionaba la opción de capturar muy buenos ejemplares de Gts. Vamos a contar como fueron esos días.

1º Día, decepcionante.

Tras habernos reunido la noche anterior con la persona encargada del charter contratado, conocernos y hablar sobre cuales iban a ser nuestros movimientos, especies a capturar en cada spot, e informarnos a cerca de los barcos a usar, llegaba nuestro primer día de pesca en Seychelles.


Teníamos contratados dos barcos open, de 6 metros cada uno, impulsados por dos fuera borda de 50cc cada barco. La idea era empezar haciendo Popping en plataformas cercanas a Mahé, en los cuales habían antecedentes de muy buenos Gts, y posteriormente pasar al Jigging en fondos de 30-40 metros, tras Snapers y Meros. No llegamos a ver nada de nada tras las muestras, y tras varias horas en las que solamente salió algún mero enano, decidimos poner rumbo sur para buscar cobijo del viento que ya se dejaba notar, probando el lanzado en arrecifes, playas y piedras sumergidas. Al amigo David le entró un buen Gt que no logró clavar, y tras algunas horas más de pesca, fue Dani quién logró clavar un precioso mero a Jigging.


Tras esta primera captura, y entrados ya en depresión, algún trancazo más hubo a los jigs, que quedaron totalmente despellejados de pintura, pero no hubo la más mínima posibilidad de ponerlos en seco. Ya de camino a casa, pasando por los canales de entrada a los arrecifes, tuvimos David y este que escribe persecuciones de Gts tras los popers, pero tampoco hubo suerte con ellos. Con la moral baja, y un cabreo monumental, pusimos rumbo definitivamente a puerto buscando el cobijo de los arrecifes de coral, ante el ventoral que por momentos asolaba Mahé. Al día siguiente había que cambiar drasticamente de plan si queríamos mejorar nuestros resultados.

2º Día, llegan los Gts.

Al día siguiente, y tras haber hablado con nuestro skiper, decidimos cambiar de plan y jugarnos todo a una carta navegando casi una hora hasta la isla de las Mamelles, al N/E de Mahé, un pequeño enclave granítico que cuenta con diversas bajas de coral sumergidas, canales de acceso a la isla... en los que esperábamos encontrar a los ansiados Gts. Con un temporal del horror y los antecedentes del día anterior, los ánimos no estaban muy por la labor, pero había mucha, mucha ilusión.
Tras poco más de media hora probando en diversas partes del arrecife sumergido, al fin pude contemplar la imagen con la que tanto había soñado: un grupo de unos 5-6 Gts, persiguen mi poper, y tras unos segundos de locas carreras, uno arremete con certeza el señuelo y comienza la ansiada brega que siempre había deseado.



Y al fin, después de varios minutos de intensa pelea, logro poner en seco un hermoso Gt de 18 kl, bastante más de lo que esperaba antes del viaje ya que siempre habíamos hablado que con estrenarnos con Gts de 10kl, me hubiese vuelto más que contento a Lanzarote. Este estreno, ni se imaginan con que alegría me dejo.


A ver: sabíamos que estos animales son espectaculares cuando atacan, y que la posterior lucha debía ser bastante dura... pero sinceramente, superaron nuestras espectativas. La primera arrancada tras morder y clavar el señuelo, es sencillamente brutal, y los momentos posteriores, cuando se ponen de lado haciendo peso para encontrar el arrecife y tratar de partir la línea, son realmente increíbles. Son duros, muy duros.

Para terminar de culminar un sueño, y finalizar como dios manda todo lo que conlleva el capturar un Gt, uno de los mejores momentos llega con su suelta: oxigenarlos, tenerlos en las manos con mimo, y esforzarte por recuperarlo... es increíble. Ver como se marcha al fondo, libre y en buenas condiciones, es una de las imagenes que con más cariño guarda este que escribe en su masa gris.


Tras mi primera captura, y mientras descansaba unos minutos, decidí quedarme sentado, simplemente observando como Dani lanzaba hacia la zona caliente, y deseando con todas mis fuerzas que otro animalito subiese para morder el Dumbell que trabajaba. En poco menos de 5 minutos, otro estallido nos ponía a todos con los pelos de punta, y esta vez le tocaba al hermano disfrutar de un combate maravilloso.


(La Xzoga Taka Pi)
Igualmente, fue increíble ver como explotaba el agua, y como en un nanosegundo Dani se encontraba aguantando con fuerza la Xzoga Taka Pi, una caña que después de haberla probado ambos, me ha demostrado que es de lo mejorcito en cuanto a calidad-precio. Una vara potente, progresiva y bastante cómoda para la mayoría de bolsillos, si la comparamos con otras marcas de renombre procedentes del lejano oriente. Una maravilla de caña que adquirí en Jigfisher.com, con un inmejorable servicio por parte del compañero Jesús Zamorano.


Otro precioso Gt, casi idéntico al que minutos antes había puesto en seco este que escribe. Ambos estábamos cumpliendo un sueño, y sacándonos la espinita del día anterior. Dani, disfrutaba, y ambos comenzabamos a experimentar el sabor de la pesca tropical.


A partir de ese momento, ambos logramos clavar unos cuantos Gts más...buenos ejemplares, todos entre los 18 y 25 kl.






Para ir terminando, Dani reventó la línea con algún que otro Gt de buen tamaño, y yo tuve algún ataque más que no terminó en clavada.
Después de esas capturas, el viento de nuevo se hizo notar más de la cuenta, y optamos por hacer algo de jigging antes de partir hacia puerto. Hubieron algunos ataques, y tan sólo algunos Trevalys pequeños subieron a bordo para servir de cena.
Ese día salió un precioso Gt de 25kl para Dani, que finalmente se convirtió en el bicho más gordo del viaje. En total ese día salieron 5 Gts a popping, dos para Dani y tres para mí, una cifra que desde luego el único record que rompía era el nuestro propio, pero teniendo en cuenta que era nuestro primer día de pesca "real" en el trópico, nos fuimos contentos, comentando cada momento hasta llegar a casa. Los otros compañeros por desgracia, no tuvieron tanta suerte y no lograron embarcar ningún Gt.
La idea para el día siguiente, al menos repetir.

3º Día, experiencias del trópico.

Si nuestro anterior día de pesca lo recordariamos por lo duro que fue mantenerse en pié y trabajar los popers con el viento y olas que había, y ser nuestro estreno con los Gts, el 3º lo íbamos a recordar por recibir una de las lecciones más severas que recordamos en nuestros días de pesca.
Empezamos el día de nuevo con mucho viento, y unos cuantos chapuzones tropicales venidos del cielo, que eran capaces de descargar una tromba de agua impresionante en menos de 10 minutos, y posteriormente dar paso a un sol radiante.
Al igual que el anterior día, y tal y como nosotros deseábamos, los primeros en dejarse ver volvieron a ser los Gts, que para nuestra delicia no bajaban del peso mínimo del día anterior.

Dani abría el marcador diario con un hermoso ejemplar.


Tras el de Dani, llegaría otro para mí...




Después de esta captura, todo lo bueno que hasta ahora nos había sucedido, se trasformo radicalmente en desastre. Para expertos pescadores tropicales, puede ser habitual el hecho de perder bichos como Gts y Doggys por roces de la línea con el coral, pero a nosotros nos cogió de sorpresa, y de carrerilla.

En poco más de una hora, Dani tuvo la desgracia de perder 3 ejemplares que se fueron con los popers en la boca (gracias que les quitamos la muerte de los triples). Todos lograron llegar al canto del arrecife, y no dieron la más mínima posibilidad de pelearlos, pese a que siempre teníamos los frenos preparados para parar lo que se nos pusiera por delante. Mala suerte, y por lo que luego analizamos en casa, viendo los vídeos, mala maniobra del Skiper...

El último Gt de la tarde, justo antes de probar con los hierros a menos de 2 millas.



En total aquel día, salieron tres Gts: uno para Dani, dos para mí.
Ponemos rumbo a una marca cercana, de 50 metros de fondo, dónde queríamos dar una oportunidad a los hierros con lo que fuese. Llegados a ese punto tan negativo con el jigging, ya nos daba igual lo que se quisiese pelear con los hierros en el fondo.

Vuelve a caer una tromba de agua monumental sobre nosotros, y en medio del diluvio, sale un mini Dientes de perro, el primero del viaje... un ejemplar que para nada era lo que nos imaginábamos, pero que sinceramente, al tratarse de la primera vez que veíamos el morro de este emblemático pez, cuanto menos nos causó algo de gracia.


A parte de esta captura, solamente más Goldem Trevallys y Bludger Trevally subieron a bordo para sacarse la foto y ser devueltos al agua.



Ahí dejábamos el sube y baja, para en menos de una hora de trayecto, regresar al puerto con muchas ganas de volver a casa. Al igual que el día anterior, no hicimos una pesca "loca" ni desproporcionada, pero el mero hecho de regresar a tierra habiendo visto y capturado Gts de buen tamaño, nos hacía estirar la sonrisa una vez más.
Al día siguiente, nos quedaba por quemar el último cartucho a bordo de un maravilloso barco, y un fenomenal capitán.

4º Día, Edem Island.

El cuarto día habíamos quedado con un amigo, Christophe Houareau, al que conocimos a través de nuestro casero, Henry. Tanto Christophe como Henry son dos personas maravillosas y hospitalarias, que no dudaron en resolver cada imprevisto que nos sucedió durante nuestra estancia, y ofrecer lo mejor de ellos.
Christophe es un importante ejecutivo de la Marina de Edem Island, y esta Isla del Edem no es más que una isla artificial, conectada por un puente con Mahé, que fue construida hace unos pocos años por y para las personas más adineradas de Seychelles. Jeques, millonarios americanos, empresarios de Seychelles, oriente y Europa, tienen aquí su chalet, y su espacio en el pantalan para darse el lujo cuando les apetece de pasear por las cristalinas aguas que rodean la isla.

Total, que días antes fuimos invitados por Christophe a salir a pescar en su barco, una Luhrs de 35 pies llamada Tootie. Al amigo Chrristophe le apetecía ir a pescar Gts a Popping, técnica que junto con el Jigging domina bastante.
Fue todo un lujo y un placer pasar unas cuantas horas en su compañía. Le dimos las gracias en su momento de todas las formas posibles, pero no quiero dejar pasar la oportunidad de decirle a esta pedazo de persona y pescador, que muchísimas gracias de nuevo, y que espero que pronto nos volvamos a ver.


Cosa curiosa: decidimos tocar nada más empezar una marca en la que ya habíamos pescado días anteriores con el charter contratado sin llegar a tener ningún ataque ni señal de vida en superficie: Turtle Rock.
Nuestro nuevo capitán nos dio unos pequeños consejos, como dónde lanzar, dónde poner el señuelo cerca del paso de los Gts... y creo que en el tercer lance, Dani ya tenía enganchado el primer Gt.





Otro ejemplar que terminó alcanzando casi los 25kl. Tras este hermoso animal, David al fin se unía a la fiesta y lograba enganchar y embarcar su Gt.



Aquel estaba claro que no era mi día: en casi tres horas lanzando, no logré más que ver como un buen Gt atacaba un SurfaceCruiser, sin llegar a engancharse. Los compañeros por su parte, lograban embarcar otros dos Gts a bordo, para deleite de mis ojos.
Dani con otro precioso bicharraco:




Y David con otro ejemplar.

Tras cuatro Gts embarcados, todos sobre los 20kl para arriba, el capitán del barco decidió acercarse a unas marcas de jigging cercanas, en las que de nuevo nos veíamos practicando el machaque con hierros en fondos de entre 30 y 50 metros, con una buena pendiente que reflejaba la sonda. Un horror ya que en esos fondos no habíamos encontrado nada interesante con anterioridad, y esta ocasión no teníamos mucha más esperanza que en ocasiones anteriores.
De nuevo los Goldem Trevally, y tamborines de arrecife (peces globo), fueron los únicos en dignarse a hincarle el diente a los pequeños jigs que teníamos a mano, ya que en principio nuestra intención era desarrollar el jigging en el South Drop Off, al cuál finalmente no pudimos acceder por el mal tiempo, y para el cuál estaban pensados la mayoría de los jigs que portábamos.




Ese fue el punto y final a nuestros días de pesca en Seychelles. Hubo algún intento de popping en el canto del arrecife, probando en los canales de entrada y salida, justo frente a nuestro alojamiento, pero con las prisas y lo liados que andábamos todos los días, tan sólo pudimos dedicarle unas horas con la marea vacía, logrando clavar y ver tras las muestras en varias ocasiones Gts de pequeño tamaño, para los cuales nuestras muestras eran demasiado grandes. Señuelos de spinning mediano hubiesen sido muy efectivas, pero no hubo tiempo para probar.

El resto de aquel día que partimos de Edem Island, lo dedicamos a disfrutar de su muelle en una maravillosa terraza, tomando unas cañas y disfrutando por momentos del lujo y las vistas que proporcionaba aquel emplazamiento, hecho por y para gente adinerada. La deshubicación por nuestra parte era total, si bien puedo decir que lo pasamos en grande, e hicimos muy buena amistad con Christophe, quién se movía por allí como pez en el agua. Hubo tiempo para charlar sobre Jeques, millonarios, historia de Seychelles, pesca, anécdotas... una tarde de lo más entretenida.




En fin, eso fue nuestro viaje de pesca en Seychelles, concretamente en Mahé y sus islas interiores, si bien debo volver a destacar que únicamente pudimos movernos muy muy cerca de Mahé, sin llegar a pescar las costas de La Digue, Praslin... y mucho menos poder acercarnos a Birth Island, Platte, o el ya mencionado Drop Off. Un pena, ya que era en esos emplazamientos dónde pensábamos encontrar toda aquella fauna con la que habíamos soñado. Sin embargo, y siendo muy sincero y realista, que nadie se piense que nos volvimos decepcionados (solo un poco en cuanto al Jigging): para nosotros fue toda una recompensa, un regalo y una satisfacción poder ver, luchar, capturar, tener en nuestros brazos y soltar Gts que en ningún momento bajaron de la media de los 20kl, llegando al tope de los 25kl. El popping tropical, algo nuevo para nosotros, suplió con creces y buenas sensaciones, todo lo malo que tuvo que ver con el jigging y el mal tiempo.
 Las imagenes, y los recuerdos que tenemos de nuestro primer viaje tropical, siguen alegrándonos la cara cada vez que lo recordamos. Volveremos, eso seguro.

Pd: A Henri, Christophe, Stefan, Andrew, Mattie... aunque probablemente no lleguen a leer esto: mil gracias por la hospitalidad, los consejos y lo buenas personas que demostraron ser. Sin ellos, nuestra estancia no hubiese sido tan maravillosa, ni nos hubiesemos enamorado tanto de aquel país. Espero volver a verlos pronto.