miércoles, 26 de enero de 2011

Muy canario, casi tropical. Jigging pesado.

En principio esta entrada debería de haber tratado del spinning que ocupa la mayoría de nuestras pescas hoy por hoy. Lo ligero y lo pesado se entremezclan como gotas de agua en estas latitudes. Pero dejaremos de lado lo ligero y los lances de tierra para meternos de lleno en el mar, con dolor, nervios y la mayor felicidad que un pescador de jigging pueda sentir en estas costas canarias.
El título me parecía ideal, ya que vivimos la dificultad y adversidad de nuestro clima habitual y por otro lado disfrutamos una vez más de lo que nuestro mar puede llegar a darnos, no sin mucho esfuerzo y dedicación en todos los sentidos.


Amigos, compañeros, pescadores...

Día 23 de Enero de 2011. 1ª salida dedicada al jigging que organizamos lo que ya es desde hace tiempo el equipo oficial para éste que escribe. Sin ser de sangre, ya estábamos emparentados los tres de alguna manera, pero de algún tiempo atrás creo que se ha formado un grupo muy compácto. Los lazos afectivos son fuertes, y se sostienen por diferentes pilares: amistad de años, familia, aficiones comunes, conocimientos, buen rollo... Como buenos amigos, nos hemos llegado a enfadar entre nosotros ( sobre todo Dani y yo, que nos parecemos como dos gotas de agua), pero esto sólo ha servido para entendernos mejor y afianzar la amistad. A Pachico como tío, y a Dani como primo los quiero como hermanos. Nos ayudamos en lo personal, nos aconsejamos en lo que creemos que puede servir, y nos divertimos y olvidamos de los problemas de la forma que más nos gusta: cerca del veril, del agua salada.

Me prometí que no iba a enrollarme más con tanto palique, por lo que señore@s, pasen y ponganse cómodos que por aquí vienen curvas.

Antes del temporal.

A las 6,30 ya estábamos en el puerto, muertos de frío con los pantalones remangados sacando esa embarcación que tanto nos gusta y a la que tenemos que ponerle en breve una medalla, Greca.
Llevamos armamento pesado, y algo mediano para las batallas que buscamos: Dani y yo con dos Lamiglass Tropic Pro, ambas montadas con Saltigas Expedition y 80lb de Varivas y Yuky multicolor. Pachico monta dos Shimano Jig Wrex 100 y 200 con ambos Stellas 8000 y 20000 respectivamente, con 60 y 80lb de Tuff Line.
Por otro lado llevo el Accurate870N cargado con tuff Line de 50lb, montado a la Squadra 50lb para ocasionales descansos y meneos más suaves. Todos con bajos de 80 a 100lb. La idea: tocar piedras de samas y abades y tantear si los Dumerillis ya se dejan ver por sus veriles de invierno.

El día estaba oscuro y frío, y el pronostico meteorológico decía que se avecinaba lluvia y fuerte viento a partir de media mañana, por lo que sabíamos dónde nos metíamos y lo que nos esperaba. Amaneciendo, y con los primeros rayos de sol, bajamos las líneas, sentimos como se acerca la tormenta y el arcoiris se deja ver tras nosotros, avecinando agua torrencial. Es Dani el primero en llegar al fondo, y en tres movimientos ya tiene su 1ª captura del 2011:


Una hermosa sama de 5 kl sale a darnos los buenos días mientras el patrón y yo seguimos tratando de rebuscar en el fondo detrás de algún otro espárido, pero sólo tres bicudas se dignan a morder nuestros hierros.
Nos movemos de marca mientras comentamos lo desaparecidos que están los abades; lo apáticos que se muestran ultimamente... y miramos de reojo como la tormenta se sitúa sobre nosotros y comienzan a caer las primeras gotas.

Cinco minutos en una piedra que rondaría los 80 metros de sonda y algo me frena a un palmo del fondo. Cabecea y se deja venir... las apuestas entre el personal hablan de otra sama o los nombrados abades:


No nos equivocamos y el primer abade de este año sale para hacerme un guiño y motivarnos más aún. Sale otra bicuda más para Dani.

Llega la tormenta, y comienza a caer sobre nuestras cabezas una lluvia torrencial de espanto. Practicamente no se podían abrir los ojos, el agua entraba por los mínimos huecos que dejaba entrever la ropa de agua, y hasta menear las cañas se hacia algo... digamos que complicado. Ausencia de rayos y truenos, únicamente había un capote enorme de nubes que no paraba de desprender agua. Mientras, el personal no se rinde y a ninguno se le ocurre nombrar la idea de marchar a puerto. Aguantamos la fuerte lluvia durante más de tres cuartos de hora en la que creo que no salió nada más , por lo que de nuevo decidimos poner rumbo a nueva marca.

Ahora la idea ya son las Serviolas Dumerilli, esos majestuosos y potentes animales que todos los años perseguimos y que nos suelen brindar momentos inolvidables. Comentamos las ganas que les tenemos, nuestras últimas batallas con estos animales, lo mal que se llega a pasar...


Llega el jigging pesado.

Al llegar la lluvia a cesado, pero comienza a levantarse la brisa que esperábamos del sur augurando ya mal tiempo. Dejamos de lado los equipos medianos y todos optamos por lo más duro que tenemos a mano. La sonda nos marca pescado, y de una manera que ya nos suena.
Los tres bajamos casi al mismo tiempo, los tres comenzamos el baile... cuando Dani canta picada y la Lamiglass se dobla como esperábamos :

Lamiglass Tpj 50lb y Daiwa Saltiga Expedition. Una vara que desde hace tiempo no tiene que demostrar nada a nadie y que se ha ganado todos los respetos por comodidad y fiabilidad. Del carrete, que se puede decir...

Dani ya está temiéndose lo peor con el suyo al ver como comienza a salir hilo.
Empieza aquí una tan entretenida como dolorosa pelea para el compañero. Desde el primer momento ya sabíamos de que se trataba, y rápido ya teníamos las demás líneas fuera del agua: el patrón a los mandos ayudando en las maniobras y el que escribe con la cámara en mano, disfrutando como un niño de una pelea que duró aproximadamente 20 minutos, un tiempo que se hace interminable para el pescador, que pasado un tiempo ya sólo desea que acabe esa odisea y el animal no termine por desprenderse del anzuelo. Dani lo trabajó como se debe: sin darle el mínimo momento o metro de tregua, bombeando sin cesar y aguantando correctamente cada embestida. El premio y todo un trofeo para el amigo:


Preciosa Serviola Dumerilli de 50 kl que, imaginense lo que nos alegró. Por un lado, rompemos nuestro anterior record de 45 kl, y por otro veíamos ante nosotros la antesala de lo que esperábamos fuese una buena jornada.


Un animal con una cabeza espectacular desacorde a su cuerpo, deforme ya que de mitad de cuerpo para abajo parecía otro medregal diferente. Cosas de la naturaleza, de todo ha de haber en el corral del señor...
Espectacular teniendo en cuenta lo duro que es a veces esta pesca en Canarias, y lo difícil que es hacerse con estos animales.

Grandes pescadores, mejores personas...

Después de la emoción, las fotos, los nervios... y cuando ya eramos conscientes de que teníamos que aprovechar la situación, comenzó a soplar con fuerza el viento, haciendo cada vez más difícil el mantenerse sobre la marca. Evidentemente, eso era poco para desanimarnos y dejar de pescar.

Ya sabíamos lo que nos esperaba en el fondo, por lo que no se perdió mucho más tiempo y volvimos al meneo. Dani con un hierro desgastado ( su preferido, no lo cambiaria ni por el mejor hierro nipón), Pachico con un Stay de Shout y yo con un Keytan de Hots. Todos ya probados y con buenos antecedentes.
Mientras Dani descansa la cintura y brazos maltrechos por la pelea anterior, nosotros bajamos líneas y en la primera pasada el patrón siente trancazo pero no clava correctamente. Nos volvemos a situar y en dos bajadas ahora si queda bien pegado y comienza otra pelea entretenida de unos 15 minutos.

La Shimano Jig Wrex 200 ya había demostrado su valía en el anterior modelo, con bichos de más de 80kl.  Ésta parece que no le envidia en nada a su antecesora, y se muestra con una acción moderada pero sin desatender una buena reserva en la parte baja de la caña. Buena opción para trabajar estos ejemplares.

Se trata evidentemente de otro medregal de buen tamaño, pero la Jig wrex 200 se comporta a las mil maravillas, y aguanta correctamente cada embestida doblándose y demostrando que este modelo nuevo iguala o supera al anterior. Pachico por su parte pone lo suyo para poner en seco su primer dumerilli a jigging:



Un ejemplar de algo más de 30 kl. Una captura que alargó la sonrisa de Pachico y le hizo sentirse creo que muy feliz, al lograr un objetivo que se le resistía desde hace tiempo, pese a haber tenido repetidos contactos con ellos.
Felicitaciones, vídeos, fotos... un descanso, y de nuevo sobre la marca.

Mientras, ya se había levantado un temporal del horror, con momentos en los que la lluvia hacia acto de presencia y las nubes oscurecían el día, y por otro lado comenzaba yo mismo a reírme de la sarna que parecía tenia encima; Los compañeros por su parte bromeaban con dejarme sólo pescando para que yo pusiese a prueba la cintura en este 2011. Nada de eso, todos al agua que para eso estamos en el barco, decía el patrón...
Nos volvemos a situar sobre esa marca maravillosa, y de nuevo vuelvo a tener mi oportunidad nada más cerrar el pick up en una de las bajadas; cabecea fuerte pero se vuelve a soltar. Comienzo a pensar que hoy no me va a tocar...
Dani por su parte, de nuevo con ese jig maltrecho y sin pintura vuelve a clavar en seco, y de nuevo a empezar con el ritual. Este parece más pequeño y llevadero, y el compañero pudo disfrutarlo sin tener que apurar tanto el combate. Otro dumerilli que se apunta a la lista de 2011.


Este bonito ejemplar dio un peso de 17 kl, una cifra apetecible ya que si se trata de disfrutar, es preferible pelear con tres de éstos que con uno de 40-60kl. No me quiero imaginar lo que ha de ser enfrentarse y ganar una pelea con una caña de 50lb a uno que pase los 80-100 kl (en realidad puede que ya los hayamos peleado en otras ocasiones, pero como nos han ganado la partida, pues se han quedado en ?? ), pero podemos asegurar que ese es nuestro objetivo, como cualquier pescador que se precie al gusto de las emociones fuertes. No es cosa fácil, todo haya que decirlo, pues probablemente para que volvamos a toparnos con miuras de estos puede que pasen años, meses o semanas. Vaya uno a saber.

El viento y las olas ya nos invitaban a marcharnos a eso del medio día, pero la fiesta que había ahí debajo, y las ganas que teníamos todos de terminar el día con otro trofeo para mí hicieron que nos aguantásemos unas pasadas más en la marca. Y afortunadamente volví a tener mi oportunidad, pero desgraciadamente después de un buen trancón parece que el Owner 0/13 no entró correctamente por enésima vez y perdí mi última ocasión. Después de esto ya ninguno volvió tener más toques, y la actividad fue cesando hasta desaparecer totalmente. Mientras, entre remeneo y remeneo, Pachico subía a bordo una sierra que terminó por hacer de lo más variada nuestra pesca.
Realmente ya la cosa estaba para marcharse a casa, ya que de nuevo comenzaba a llover con fuerza y la cosa pintaba muy fea en alta mar.

Habíamos disfrutado de probablemente nuestro mejor día de jiginng. Días han habido con más capturas, pero con tanta emoción y sensaciones juntas, no. La única pega posible fué el hecho de no haberme hecho yo con mi dumerilli, pero la fiesta que vivimos los tres y la alegría que sentí por Dani al ver tremendo medregal cabezón, y por Pachico al lograr su ansiado animalito, me hacían obviar totalmente que faltaba el mío. Ya habrán más días en los que me tocará partirme la cintura y ponerme la faja, y todos estamos convencidos de que volveremos a disfrutar de más momentos acompañados de estos titanes.

Enhorabuena para Pachico y Daniel. Uno por conseguir un objetivo, el otro por batir su record personal y ofrecernos tan buen momento.

Pues nada, eso fue todo, un maravilloso día de pesca... y mejor ya no digo más pues no soy capaz de poder escribir cuánto disfrutamos y como sufrimos por el tiempo y las peleas con los medregales.
Ahora sólo espero que este temporal de lluvia y viento que barre la isla pase pronto y nos deje volver a embarcarnos. Tengo una cuenta pendiente en el cantil de los 80-140 mtrs., y sabemos que haberlos, los hay.
Ya veremos que pasa...

domingo, 16 de enero de 2011

"Sácame la espina... que la llevo bién hondo"

De alguna forma, una espina seguía clavada.
Hasta hace par de días, no podia quitarme de la cabeza aquellos momentos en los que por un lado me equivoqué, y por otro el azar me la jugó. Afortunadamente, me he sacado la punta... Pequeña, pero que me hace olvidar. Así es la cosa.

Sigue el clásico tiempo de principios de año: duras mares del oeste, vientos moderados/fuertes del sur-este... y alguna ventanita que se abre de vez en cuando y permite visitar veriles no habituales. Hay que moverse, y realmente pescar en estas condiciones por el norte es cosa peligrosa e incómoda, por lo que hemos optado por el senderismo pesquero y la inspección de nuevos veriles espumosos al otro lado.
Aquí "El Quemao", la segunda mejor ola europea después del "Frontón" gran canario (dos de las mejores olas a nivel mundial), está que ruje y cuando esto pasa, hay que mudarse a otros puntos cardinales.

Light Spinning ? Si, gracias.

Hace unos días se volvió a abrir una de esas ventanas impredecibles. Sencillamente, no me la esperaba, por lo que hubo que improvisar y pensar en que posibles veriles podían estar "a punto" para darles un asalto por la tarde. La idea, dar uso al equipo ligero y tentar a las lubis y bailas con las que este año aún no me había estrenado, a esa hora en la que el veril te llama al mirarlo, en la que se queda de esa manera...

Al llegar, observo desde el coche, y decido dejar la Kenai para solamente llevar la Ilictiun 2,40 con el 2500, y 15lb de trenza. La cosa está de lance ligero.
Camino durante una hora, observando y analizando el terreno ya que con está fuerza del oeste, las olas entran de forma diferente en los veriles y alteran la configuración a la que estoy acostumbrado. Voy lanzando y probando hasta que llego a un barranco que me llama la atención. Son ya casi las 2 de la tarde, y en par de lances algo frena la muestra a mis pies y decide darse unas carreritas alrededor de la piedra en la que me encuentro. Pongo en seco la primera de este año, una chiquitina que no llegaba al kl de peso y que tras la retratera en un charco fue reavivada con mucho cariño y devuelta al agua.


Los Max Rap se me están revelando como una buena solución a otros señuelos más caros aunque mejores nadadores. El precio no está mal, los diseños son tan aceptables como clásicos y el aguante ante piedras y dientes no está nada mal. Me gustan, y aún más los modelos nuevos que andan por ahí, y que jamás llegan a esta esquina del Atlántico africano.

Preciosa chiquitina de menos de un kl que sucumbió al Max Rap. Foto, y al agua.

Continuo lanzando, y la ausencia de picadas me vuelve a hacer insistir caminando por otros veriles. Decido cambiar de señuelo: los Nabarone y Sasuke vuelan mucho más y aprovecho el viento que casi me da de espaldas. Nada en otra hora de pateo y lances, por lo que decido volver sobre mis pasos, dirección al coche.

Me han mandado desde Bilbao dos regalitos: Sammy de Lucky Craft. Dos paseantes que ya muchos están cansados de trabajar pero que por aquí no se han visto mucho, más bien nada. Ya se han ganado su tubo de Hpa.


El color dorado-naranja nunca me ha gustado ni funcionado correctamente, pero sé de buena mano que usandolos en el momento adecuado, pueden dar buenos resultados. El color es un clásico y éste ha llegado con 20gr de peso, ideal para pescar ligero. El otro modelo, otro clásico plata con lomo verde amarronado, ya lo estoy deseando probar con la Kenai en zóna de pejerreis. Sus 28 gr de peso, y lo bien que se lanzan y vuelan auguran diversión.


En cuanto a la natación, que puedo decir que no se sépa; me han encantado ya que son fáciles de trabajar y escriben muy buenos contorneos, pese a que sólo los pude probar en zona turbulenta y espumosa, sin llegar a ver nada detrás de ellos.
De nuevo cerca de dónde salió la primera lubina, me sitúo en una piedra que ha quedado descubierta con la marea vacía, y coloco un Princes de Maria armado con dos anzuelos simples Owner. Este señuelo profundiza algo más que los anteriores, y su movimiento es mucho más errático, por lo que le pongo esperanzas para probar los anzuelos en este terreno poco profundo.
Tranquilo, y trabajando suavemente, un hermoso animalito toma la muestra, y la frena como sólo las buenas lobas saben hacerlo. Calibro correctamente el freno, levanto la Ilictium y con mucha calma y suavidad pongo en par de largos y entretenidos minutos una lubina que justo llegó a los 5,5 kl.


Fue un gustazo trabajarla con el Exage 2500 y las 15lb de Power Pro. Esta vez hubo equilibrio, y aunque me lo tomé con calma, en algo menos de 5 minutos creo que ya la tenia en mis manos.
Una buena forma de disfrutar de la pesca ligera, y un buen resultado a tres horas de caminata y chaparrones.


Sinceramente, las sensaciones con este equipo y la capacidad que tiene para trabajar buenas piezas con tranquilidad me han encantado, hasta tal punto de que hoy mismo he vuelto a repetir faena. He dejado la vara para virar "toletes" en casa y tan sólo me he llevado la Ilictium, derechito al mismo veril, con la misma marea.
Esta tarde, mientras aún no se había terminado de cargar la anterior foto, yo miraba por la ventana como el viento había amainado. Ya eran las 17:00, quedaba poco más de una hora y media de luz y ya llegaba tarde. Esta entrada quedaba pendiente para la noche.

Impresiones.

Al llegar me quedo espantado de la buena pinta que tenia el lugar, y con nervios monto la caña, me equipo para la ocasión y literalmente corro para situarme y lanzar un Sasuke recién comprado.
Algo que al principio me llamó la atención en la vara, fue el corto mango del que dispone la Ilictium 2,40. Algunos han decidido modificarla haciéndola más larga. Esta opción la barajé en el momento de su compra, pues me parecía sencillo insertar el blank de la vara en otro trozo más ancho hasta la altura del portacarrete. Se ganarían unos gramos de más, pero también unos centímetros que ayudarian a trabajarla. Después de días usándola y lanzando con ella, esta opción la he desechado. Básicamente porque ahora ese mango tan corto, ya no me lo parece.

Resulta que para lanzar pesos pesados, yo por lo menos agradezco mayor longitud en el mango para hacer fuerza y colocarla bajo el sobaco, pero para lanzar señuelos de no más de 22gr. , un mango corto me ayuda a lanzar exactamente ahí, dónde yo quiero. La longitud de la caña también ayuda, pero el tener los brazos más cerca el uno del otro contribuye a acertar con exactitud dónde queremos que caiga nuestro señuelo. Impresiones de uno.

Pues entre lance y lance, con el sol ya cayendo y cuando creía que la tarde estaba para disfrutarla y no pensar en alguna captura, a sucedido lo deseado y me he vuelto a sacar otra espinita.
Desde el primer momento supe que el animalito no era pequeño, y recordando la anterior loba, decidí volver a tomármelo con la mísma calma. Una larga pelea, serena y solitaria al atardecer para vencer a esta hermosa lubina:

  Un hermoso ejemplar, y un trofeo conseguido con múcha serenidad y emoción.

Bonito ejemplar que hace unas horas ha dado cerca de 7 kl. en la pesa, y que ya está tratado con unos amigos para hacer un caldo de róbalo, con su gofio, su mojito rojo...

Hasta ahora, es la loba más gorda que ha salido por mi parte, y realmente su lucha fue espectacular al pelearla con una trenza tan fina, y una vara que se dobla como un chicle. Una pena el no haber estado acompañado para tomar alguna retratera de la acción de pesca. El pesquero, el sol, la pelea... el momento fue una delicia para los sentidos.
Pues eso señores, que cada día me gusta más, y en una semana que se prevé tranquila, espero seguir sacándole provecho a este spinning ligerito al que ahora le veo muchas posibilidades, culpa probable y mayoritariamente de algunos conocidos y buenos spiners que hace tiempo ya demostraban lo bien que se lo pasaban con estos equipos ligeros. Ellos empezaron con el tema, y a mí me entró el gusanillo.
Señores, saludos.

sábado, 8 de enero de 2011

Una para saber, otra para aprender.

Mal, muy mal. Aún me remuerde la conciencia, me siento algo triste y en parte pienso que todo el respeto que sentimos por la pesca responsable, el captura y suelta... se ve a veces truncado por acontecimientos desagradables.
No se al personal, pero a mí me afecta, me fastidia...

Está claro que uno no puede luchar contra lo inesperado, contra sucesos que no esperamos o ni siquiera nos imaginábamos que iban a suceder. Pero podemos prever algo, y más cuando ya nos hemos llevado algún susto al otro lado de la línea.

Hace años, en determinadas marcas y embarcados en los rituales del sube y baja que procura el Jigging, aprendimos que nunca, nunca y por poco que aparecieran piezas de renombre, jamás podíamos permitirnos el lujo de aligerar equipos, pues la experiencia nos había enseñado que en días señalados y sin previo aviso, entraban animales de más de 50 kl que no se andaban con rodeos y menos permitían el más mínimo error o desventaja del pescador. Había que andarse por allí con ojo, y bien armado. Equipos capaces de pararlos y meterlos en verea... Un fallo en un día, podía echar por tierra todo el trabajo o ilusión de meses, o años. Nunca mais nos dijimos.
Ahora y hoy en día continuamos con los equipos pesados cuando vamos a por ellos, o intuimos presencia de bicho malo (algo se va aprendiendo...), y nos permitimos una pesca más ligera con líneas y equipos más acordes a las presas que solemos capturar, que raramente pasan los 10 kl. Adiós a los 20000 y 6500, y bienvenidos los 8000 y Accu 870 con cañas de 30lb. Lo ultra-light está pendiente, pero simplemente no lo solemos practicar al no encontrar tiempo para poder darle al asunto, pero todo se andará, ya que tengo en mente la compra de un kayak y el Twin Power 4000 lo veo ideal para pasearme con hierros ligeros por veriles de poco fondo ( es un territorio que en este sentido, tengo inexplorado).

Los Reyes ganan la pelea.

Todo este rollo que vengo contando anteriormente nada tiene que ver con el Jigging, ni con dumerillis, meros o atunes de temporada. Tiene que ver con los menesteres del spinning que nos entretiene día si y día también, mientras espero a cuadrar con el patrón del Greca y salir a alta mar.

El día 5, ese en el que casi todos se estresan buscando los últimos regalos y sucumbiendo a la enfermedad consumista, mi cuñado Vidal y yo nos marcábamos un día de pesca lúdica, incluyendo aquí el senderismo, baños, pescado y lapas a la orilla de la marea... Un día desconectados del mundo.
Como el día anterior me había llevado un bolo como una casa, y para ese día se esperaban buenas condiciones, planifiqué la jornada para primero atacar veriles de pejerreis, y posteriormente con la marea llena acudir a un puesto de lubinas que hacia meses no visitaba y suele estar muy frecuentado por éstas.

Temprano estaba lanzando con la Kenai y el Tp 4000 cacharros de superficie, y fue después de dos horas de absoluta indiferencia en el agua cuando un pejerrey de unos 5 kl se interesó por un señuelo ya casi sin holografía y ofreció la primera batalla del año. Quería vararlo, y podría haberlo hecho si las olas no me hubiesen impedido acercarme al filo del risco en el que estaba, por lo que tuvimos que hacer uso del bichero después de un rato tratando de ponerlo en seco. Me estaba jugando que el bicho se llevara el señuelo clavado, y yo me quedase sin ambos.

Bonito pejerrei con el que comenzaba la mañana. No me imajinaba lo que pasaría después.

Tras unas horas más sin ver nada de nada, hacemos una pausa de rigor para descansar, bañarnos, comer... y ponemos rumbo a ese pesquero en el que esperamos encontrar a las lobas.

El Dilema.

Llevo la Kenai con el Twin Power 4000Fc, y 30 lb de Tuff line por un lado. Por otro tengo la Iliccium con el Exage 2500Fc, con 15 lb de Power Pro. Por un momento decido tantear con el equipo ligero y muestras mas "refinadas", pero finalmente me acuerdo de alguna sorpresa que ha pasado por allí, y opto por la Lamiglas con señuelos más pesados: Chineslaiders, Habanos, Magnets Darters, Saltigas...pero no sólo no aparece nada, si no que además no llego correctamente al lugar dónde quiero poner la muestra. Aquí entra en juego mi dilema, y mi terrible error. Opto por montar en el Tp una bobina con 15 lb de Pw Pro que llevo para cuando hay algo de viento, para ganar metros de lance y poder trabajar mejor los Nabarone, Komomos, Saltigas, Max Raps...que se mueven mejor con lineas más ligeras.
Decido colocar un Nabarone nuevito color Iwashi, lanzo lejos y lo trabajo correctamente con la kenai...cuando al 5º-6º lance... nada más caer, y sumergirse en el líquido, se abre el agua para formarse tremendo remolino y producir sacudidas en superficie. Habían olas, mucha espuma y me encontraba con el agua cási por la cintura, por lo que sólo alcancé a ver parte del morro y la enorme cola. Comenzaba el suplicio y la angustia con una violenta fuga hacia la baja dónde rompia una ola.

Le he contado a mis amigos, a Dani, Pachico... que sólo he sentido esa impotencia cuando me he enfrentado a animalitos de más de 50-60 kl con equipos descompensados, cuando nos han pillado por sorpresa o simplemente aquel era su territorio y tenían las de ganar.
En ningún momento hubo tregua, jamás se rindió o aparentó signos de venirse abajo, todo lo contrario. Durante 10 largos e interminables minutos aquel bicho al que no le pongo menos de 15 kl hizo conmigo lo que vino en gana. Hubieron carreras de más de 40 metros, con la caña en todo lo alto para evitar todas las piedras que sobresalían en aquella baja. Me dolían los brazos, veía que necesitaba frenarlo, pero sentía en las manos que algo no iba bien, que la trenza de 15lb no era suficiente para aquello. Aquel pez, en apenas 3 metros de fondo, me estaba ganado la partida. Mal señores, lo pasé mal al ver que no podía virarle el morro, evitar sus fugas hacia las piedras... Finalmente partió, y entre lamentos y maldiciones comprobé como metros y metros de trenza se habían rozado por el fondo.

Que se le va a hacer, pensábamos mientras el compañero me daba ánimos pues me dolía el haber perdido ese trofeo, pero más aún el saber que se llevaba un señuelo bien clavado en la boca, para problablemente morir.

Imagen acuática de un Pomatomus Saltator/ Saltatrix, en su medio, entre piedras, clacas y seba. Ahora tengo un nuevo juguete acuático que le he regalado a la parienta, y que yo aprovecharé para sacar alguna retratera bajo el agua.

Con las manos aún temblando, rápidamente puse de nuevo un bajo de 50lb con un Komomo de idéntico color al señuelo anterior, y en cuestión de pocos minutos ya me encontraba de nuevo en la orilla, tratando de olvidar lo que no podía y esperando a que aparecieran las lobas. De nuevo mantuve el 15lb, obviando la posible presencia de otro bicho de los demonios. Error.
De nuevo, al tercer lance y justo al sobrepasar la barrera de piedras que cada vez sobresalia más, otro pejerrei, este de menor tamaño ya que logré verlo durante la pelea, tranca el señuelo nipón y comienza la fuga hacia las piedras, de vuelta a la zona profunda. A éste le aprieto algo el freno, y consigo dominarlo para ponerlo cerca de mí después de unos minutos.
Hizo sus carreras, y entre idas y venidas a ojo le echaba unos 8-9 kl.
Se sitúa de nuevo entre las piedras, espuma y olas, y en una de sus fugas decido apretar dos puntos el freno... y siento de nuevo que algo no va bien y tengo que bajar la caña. Finalmente, entre saltos y una carrera termina de nuevo partiendo, pero esta vez ha reventado la trenza, evidentemente porque no debería de haber apretado más, y porque la Kenai es demasiada vara para una linea tan fina, que ha de enfrentarse a un animal que te hace bajar la caña en cada carrera para evitar romper la trenza, o que esta roce con piedras cercanas. Podría haberlo batallado en otro escenario con esa línea, pero no allí, en aquel pesquero.

Conclusión: esto es volcán vivo, con menos de 200 años de antiguedad en algunas zonas, con elevaciones, bajas, charcos, barrancos, clacas, lajas... que se intercalan entre sí y forman conjuntos tremendamente dificiles de interpretar y poder esquivar en ocasiones, por lo que los equipos ligeros de tierra creo que los voy a restringir únicamente a la captura de lubinas y sargos dónde tengo claro que es muy muy difícil dar con un miura, y eventuales jornadas en escenarios no complicados. En pesqueros en los que uno intuye la presencia de estos animales, aunque sean esporádicos y no los veamos más que de San Juan Corpus, yo, personalmente, no me puedo permitir errores como los de ese día. No puedo, debería ni deseo matar animales como esos de esa forma. Tampoco me hace gracia gastarme lo que valen los dichosos señuelos de Ima, o las anillas de Maria.
Puede que con el 30lb también se hubiesen perdido, pero seguramente se podría haber forzar¡do algo más pelea, levantar más la caña y ponerles las cosas en su sitio. Si rozan en una piedra, hubiese partido igualmente, pero por lo menos con el 2º hubiese ganado en confianza (mermada por la perdida de la 1ª pieza, y por el trascurso de la 2ª pelea, el escenario, que era de lo más complicado...) y seguramente no hubiese partido la línea como sucedió con el 15lb, que todo sea dicho, después de hacer unas pruebas, creo que en ese libraje el Power Pro es más susceptible de partir en seco que el Tuff Line. Impresiones mías solamente.

Ojalá, tenga la suerte de luchar proximamente un pez que se parezca a estos con la Ilictium y el Exage 2500, con sus 10 o 15lb, pero espero que sea en playa, en barco o en un risco dónde no tenga una baja de piedras como un muro delante mía.
La cuestión la próxima vez será valorar correctamente cada componente y el escenario, no fiarnos y creo mantener aún más la calma. Lo que está claro es que he aprendido algo de ese pesquero.

En fin señores, que tuve un mal día en el que justamente por la tarde al llegar a casa me llamó José Luis Chavalito para comentarme como esa misma mañana un "presuntamente" medregal le vació el carrete, creo que también con 12lb de Pen y la Ilicium. Igualmente puede que con una linea más gruesa hubiese perdido la pieza, pero evidentemente con el equipo más pesado que suele usar, algo le hubiese plantado cara, y vaya uno a saber lo que podría haber pasado... Algo así es lo que yo también pienso desde hace días, y casi hasta me quita el sueño por las noches.

Ya me decía mi tío una vez a bordo del Greca, mientras me empecinaba en pescar con atrezzo ligero dorados de más de 8 kl, que no se puede ir a la guerra con escopetas de feria... Al Cesar, lo que es del Cesar.
No quiero decir que no se pueda pelear estos peces con equipos ultra ligeros, pero si que cuando nos encontramos en escenarios dificiles y posiblemente habitados por animales de envergadura, lo mejor es dejar las finuras y delicadezas de lado, y optar por lo seguro, pero sin animaladas.

Empieza el año fuerte en emociones, espero que sigan así pero con otros tintes y colores.
Saludos.

sábado, 1 de enero de 2011

Empieza el 2011.

Empieza un año lleno de incertidumbres, en el que nuestros seres queridos, la salud y la crisis serán nuestras principales preocupaciones, y la pesca nuestra problablemente la principal vía de escape a agobios y ansiedades producidas por este desbarajuste de mundo y sociedad, que cada vez repatea más.

Hemos cumplido un año, en el como a veces trato de recordarme, lo hemos hecho lo mejor que se ha podido, y espero que a ustedes les haya servido al menos de entretenimiento.
No ha estado mal en cuanto a pesca, ha sido mejor, peor o parecido a otros, pero de lo que si estoy seguro es de que ha sido un año muy divertido, con algunos cambios.

Empezamos con la única intención de hacer algo nuevo por mi parte, de escribir y de entretenerme contando impresiones, batallitas, deseos, frustraciones... y creo que de alguna manera entre todos lo hemos pasado bastante bien, y yo por lo menos incluso he aprendido de comentarios e impresiones que todos ustedes han dejado en este humilde blogg. Mucho también he aprendido en los espacios que ustedes mantienen y en los que vierten información a raudales. A todos ustedes, muchas gracias.

Si algo es cierto es que gracias a este espacio, yo mismo he conocido a gente muy interesante, agradable, con gustos e intereses afines. Si algo también es cierto es que esto se ha convertido en una forma de estar cerca de muchos de ustedes, de saber lo que se cuece por otros territorios, de no tenerlos lejos y siempre mantener el contacto. Con algunos, he estrechado lazos que ya exisistian y que a veces debido a la lejanía se van destensando. A muchos otros simplemente los he conocido por aquí, y siempre tango ganas e ilusión por algún día conocerlos en persona, y a poder ser compartir veril. Rehuyo de las marabuntas, pero no de las buenas compañías.
Lo que si les puedo asegurar rotundamente, es que a todos y cada uno de ustedes les doy las gracias por haberse pasado, por haberse adscrito como seguidor o por haber valorado, opinado y criticado con sentido común. Si de algo estoy contento también es por las buenas maneras e ideas que han dejado ustedes.

Por otro lado, como les digo a mis amigos, conocidos, compañeros de pesca... uno sigue aprendiendo. Básica y sencillamente porque pienso que por mucho que pasen los años, que capturemos más piezas y mejores trofeos, que acumulemos más experiencias... siempre habrá gente que haya pescado más que nosotros, que lleve más años, que sepa darte mejores consejos, escribir mejor, sacar mejores fotos o mejorar tu técnica. Aún no he tenido noticias del "pescador total", y los que creo que pueden acercarse tienen arraigada en su filosofía de pesca la regla dorada del "siempre hay algo que aprender". Puedes controlar bien tu zona, pero siempre hay algo que desconoces, o puedes poner en práctica.
Siempre he pensado y dicho que esto es maravilloso, increíble y reconfortante, ya que para dominar totalmente la pesca con señuelos creo que hay que pescar muchos años, en muchos ambientes y codearte con mejores pescadores que tú de todas las tipologías posibles. Hablo tanto de spinning como de jigging.
Como siempre digo, seguimos aprendiendo y poniendo en práctica los consejos que buenamente nos dan. Sigo el camino y los valores que un día encontré en esa casa que a día de hoy ha cambiado algo, pero que sigue manteniendo la misma esencia de hace años cuando encontré en ella a numerosos pescadores con sentido común, con ganas de hacer de esto algo interesante, diferente y futuro.
Ahora yo también trato de trasmitir esos valores en los que muy bohemiamente pero con determinación creo cuando pienso que merece la pena. Valores en los que tengo ilusión y a los que sigo defendiendo pese que a veces me cueste discusiones con pescadores, amigos, conocidos.... Espero haberlo hecho correctamente y que valga la pena, de lo contrario tengan por seguro que trataremos de mejorar.

Ya que no hay pescado en esta entrada, ni señuelos ni carretes ni na de na, no me voy a enrollar con mi momento filosófico.
Volveremos por aquí espero que con algo mejor que contar, con escamas a poder ser que es lo que creo interesa y para lo que nació este espacio.
Esta semana me he acercado poco ya que he estado con la muñeca algo averiada ( extraña sensación desde hace tiempo me hace presagiar tendinitis o alguna inflamación articular) y el médico recomienda reposo. Además siguen los temporales de invierno y serán las fechas, que se me hace pesado cruzar la isla para buscar refugio. Cuando me he atrevido a meterme en el agua detrás de las lobas, sólo me he llevado chapuzones, y el agua está fría. Ya me dijo Paolo hace tiempo que me comprara un vader...

Señor@s, que empiece un año mejor que el anterior, tanto en la pesca como en nuestra vida general.
Saludos, y un abrazo.