jueves, 28 de enero de 2010

Mientras dura la racha.

En el infierno...
Continúan los pateos. En resumidas cuentas puedo decir que nunca había caminado tanto.Nunca me había planteado pescar de forma que disfrutase a la vez del senderismo, la fotografía y el poder descubrir nuevos escondrijos en los que encontrar a mis presas.
De momento esos pateos se desarrollan cerca de las olas, la espuma y la oscuridad de los días que nos han precedido. Con mucho viento, olas y frio he decidido poner en práctica algunos de los consejos que tanto Paolo como Juan Luis me han dado. Nito, desde la distancia, me aconseja e informa de cómo va la cosa...y yo espero con ganas a que vuelva. El senderismo pesqueriíl nos espera.
Estos días atrás he decidido seguir investigando.
Muchos se conforman con mirar e imitar. Pobres de ellos. Penita pena. Tenía que decirlo...

Me levanto temprano, observo cómo anda la mar y decido ponerme en marcha. No son todavía las 8 de la mañana y ya estoy pasando frío, mojado hasta la cintura y soportando un viento lateral que ni me deja pescar a gusto ni tampoco disfrutar del momento. Empiezo a añorar el spinning veraniego...Observo el pesquero nuevo desde una morra y decido meterme en una punta con buena pinta. La marea está llena y no tardo en divisar persecuciones, me entran los nervios y al momento a mis pies sale ésta preciosa lubina que me recordó a como se vara una vieja sobre las piedras con una caña fija. Atacó justo antes de subir el señuelo. No llega creo al kilo, es pequeña y decido liberarla. Como había dejado la cámara de fotos en el coche, me pego otro pateo de vuelta a buscarla mientras la lulu se recuperaba en un charco. Unas fotos, compruebo su buen estado y al agua.
¡¡Que alegría!! Hace tiempo que le tenía ganas a ese pesquero, lo había visitados otras veces pero nunca me había dado nada, más que señuelos perdidos y visitas en vano.
Sigo lanzando y en menos de cinco minutos ya tengo enganchada la segunda, esta un poquito más grande. Ha comido cerca de mí, y con facilidad se deja poner en seco. Igualmente es fotografiada y devuelta al mar. Después de comprobar la inactividad que precedió a ésta captura, decido cambiar de sitio y moverme por la zona durante 1 hora. Nada. Decido volver a la zona caliente, y después de unos lances se produce mi segunda fatalidad en una semana: se frena la muestra, sale hilo con rabia del Sedonna y la caña se arquea trasmitiéndome los cabezazos del animal. Lo trabajo con la caña en alto, pero de pronto se frena y siento como se ha metido entre las lajas que observo frente a mí. Le aflojo, la dejo correr algo a cuando vuelvo a recuperar se termina soltando...Nooo!!!! Rabia, impotencia, frio...se acabó la pesca.

Después de intentarlo algo más y no obtener ni recompensa, recojo bártulos y tiro para casa a ducharme con agua caliente. He pasado una buena mañana relajado en la marea, he tocado escama y como dice un majorero muy entendido en todo esto,  mejor es echarlo a perder...

Pd: A los del donde, el cómo y el cuándo, ni todo lo que se vé es lo que parece, ni lo que se escucha es lo que suena. De lo que se lee aquí sí, de eso me encargo yo...


Y en el paraíso... 2ª Pérdida.

Dani y yo, los dos solos. Sin compañía que estorbe los momentos de concentración en los que intentas sentir cada tirón que le das a los hierros. Sin nadie que nos diga que está cansado por que el Jigging es muy duro o porque el pescado no come.
Pensábamos estar más tiempo, pescar, disfrutar de nuestra estancia y regresar con el barco a casa, pero el mal tiempo hizo que decidiéramos poner rumbo al día siguiente.
Por fortuna, el compañero tiene casa en la isla hermana y el barco en el pantalán, por lo que disfrutar del mar es sólo cosa de tener ganas de ello.
Por la tarde nada más llegar, ponemos en marcha la Fragata y nos vamos a probar suerte con la puesta de sol, las esperanzas son pocas pero hay mucha ilusión.  Llegamos al pesquero y no quedan ni cinco minutos para que la oscuridad sea total, pero para nuestro agrado comienza el baile de bicudas. Todas entre los3-5 kl. Y por supuesto todas van al agua;la  lama, el agua y los nervios por seguir pescando me impidieron las retrateras oportunas... Ya a oscuras, nos situamos en una morra cercana, mientras cambio mi jig dejo a Dani que baje primero y...zassss! Una vuelta de manivela y está pegado. Siempre igual, quién me manda...un mero, pienso mientras recojo con esperanza de hacer doblete y a media agua...bingo! Se dobla mi caña y comienzo a bombear. Mientras Dani trata de aguantar y calibrar el carrete para que no se enverile su "pipa". Tristemente, ocurrió. Después de un tira y afloja con él, se metió en esa laja de la que jamás sale y salvó la vida. Yo seguía trabajando, mi animalito daba alguna carrera larga y fuertes cabezazos, y algo me hacía pensar en un medregal o jurel. Lo que son las cosas, se soltó justo cuando sentí el bajo entrar por la puntera de la caña. Se acabó, a casa que mañana es otro día. Cuando no está para uno, simplemente no está...

Nos levantamos cómodamente a las 8.00, desayuno y rumbo al pantalán con ganas de ver la realidad que nos va a acompañar durante la mañana. Hay fuerte viento, por lo que me da que no vamos a pescar mucho... Como suele venir ocurriendo, en nuestra primera parada es Dani el que primero llega al fondo y algo despegado ya, el jig se detiene y a mí se me ponen los pelos de punta. No puede ser.

El patrón bombea con seguridad y pone está samita  en nuestra bañera. 7 kl. de bicho malo, no está mal. Y nada más hubo. Nos remontamos a la marca, cambiamos de zonas rumbo a Lanzarote pero nada más importante sucedió ni para mí ni para él. Sólo alguna falsa clavada nos alteró los nervios en alguna ocasión.
Ahora toca quitar el musgo adherido, lavar el barco y dejar el carro en condiciones.
Y mientras tanto, esperamos con ganas a que vuelvan los suaves vientos del sur-este y afloje la mar, que parece que lo hará pronto. Se avecina más jigging, y spinning en esas piedras que no se tocan desde hace meses. Le pondremos voluntad y contaremos lo que se depare.
Buena sama Daniel.




viernes, 22 de enero de 2010

Dentex...fresquito.

Y la primera gran pérdida.
-12:00. Recibo la llamada de Aarón, ¿Nos vámos de pésca? Como no, le contesto que sí, y quedamos a las tres y media para partir. Saldremos de un pueblo vecino, y vamos a ir tocando de camino a casa, en busca de samas y medregales, que como dicen: están en época...ahora están como locos...
Decidimos primero tentar a los espáridos en piedras donde han habido buenos antecedentes.


Como son las cosas, nada más bajar, 6/7 vueltas de manivela y algo frena el señuelo, se suelta, continúo y se vuelve a clavar en falso, y a la tercera la caña se arquea y esta vez si cacheteo y comienzo a bombear. En poco, ésta preciosa sama de 3/4 kl asomó su azul plateado en la borda.
Seguimos inspeccionando las marcas detrás de alguna mancha en la sonsa pero no hay suerte. Se nos viene la tarde encima, y como somos unos machotes, nos vamos "a lo hondo", 110 metros nada menos, a ver si cogemos algún medregalito... Después de una media hora en la que solo hubieron algunos roces a los jigs, mientras fluye la conversación y disfrutamos, se produce la fatalidad:

A media agua, con un Speed Long Jig de Daiwa, clavo en seco, la Lami se dobla bruscamente y cacheteo en seco, aflojo un poco el freno y sale más hilo bruscamente del Expedition, pero sólo 15-20 metros. Es un medregal, pienso, y éste si es más gordito que los últimos que han salido... Se deja venir, y bombeo con cuidado pero ligero, lo apuro algo para subirlo lo más que pueda antes de que se ponga mosca y coja rumbo a las piedras... La caña se dobla mucho en los cabezazos del animal, da unas cuantas carreras y tengo que bajarla algo. Vuelve a correr con ganas hacia el fondo y aguanto, decido apretar un mínimo y... zássss!!! Se perdió. Ahhhhhh!!!! Me trago en silencio lo indecible y comienzo a tener ganas de suicidarme. Seré cazurro!! Lo he tenido pegado unos 4-5 minutos y me deja bajo de moral. Creo que era un medregal(dumerilli), y puede que no pasara de los 20 kl, pero era el primero que entraba éste año de ésta espécie, y los últimos del pasado año también se salieron con la suya. Hay que clavarlos bien, o tener mucha suerte y llevar una estampita de la virgen encima. Si les das tregua te hacen un rizo con el bajo en las piedras; si aprietas, igualmente corres el riesgo de perderlos. En fin, otro día será, puede que mañana...


PD: Mañana me voy dos días para La Graciosa con Dani, a disfrutar de la isla, la playa y la pesca.
Pd2: Tengo que ponerme con el fotoshop.
Pd3: Juan Luis, el pedido esperará tu llegada, y las lubis a tus chuches. Saludos y suerte por allá arriba.

martes, 19 de enero de 2010

Lobas, Róbalos y Lubinas... Memorizando condiciones

 Pateo, mucho pateo...al sur.
Cada año es diferente.
Ahora andamos detrás de este hermoso pez. Algo que desde hace tiempo me fascina es pensar que siempre hay algo nuevo que aprender en esto. La pesca está sujeta a muchos factores variables, y por lo tanto ésta también lo es. Y para mí la Lubina es un caso aparte, nada que ver con los típicos sierras, pejerreis o bicudas, mucho más predecibles y a mi forma de ver, fáciles de engañar.
Como sabemos, caza y se esconde entre la espuma, olas y rompientes, y es una especie tremendamente sensible tanto a los cambios de marea como los atmosféricos en general, por lo que la dificultad que entraña su captura me hace romperme muchas veces la cabeza para dar con ellas en el momento justo.

De momento vamos dando con ellas este invierno a trompicones, con efectividad pero teniendo que aguantar algún que otro bolo pasando frio y soportando tener que mojarme a las 6 de la mañana por la ausencia de un vadeador en la colección de pesca.
El fin de semana decidí que era buen momento para el senderismo pesquero. Rumbo sur durante casi media hora en coche, llego al pesquero a las 7 de la mañana. No lo conozco bién, por lo que me preparo para todo y comienzo a lanzar con un Nabarone de Ima color sardina laser. Busco en las espumas cerca de las piedras que sobresalen frente de mí, y después de cambiar el señuelo y probar con magnet darters de Yo-Zury, se produce mi primer contacto verdadero con el pesquero. Algo toca el señuelo y me da un fuerte tráncon, pero no clava bien y se suelta al instante. Tras varios lances más cambio de señuelo y esta vez sí que tengo suerte.

Una lubina, creo, ha atacado a uno de los Nabarone, este de color caballa. Saca algo de hilo y la caña se arquea bastante, pero freno un poco con la mano y en menos de 1 minuto pongo en mis pies un róbalo de 3 kg. Ha sido muy rápido, pues comió a mis pies y corrió hacia uno de mis lados, facilitándome mucho la recuperación del bicho.Ya no hubo más suerte en la mañana, salió un sol de pleno verano y recogí bártulos con algunas conclusiones en la cabeza.

Y más pateo...al norte, con premio.

Había quedado con Dani para otro día de senderismo pesquero, esta vez por el norte. . El pesquero lo conozco bien y tenemos la esperanza de dar con pejerreis y lubinas, que normalmente suelen ser asiduas a ésta zona. Nos esperan más de 30 min. en coche y otros 30 a pié a buen ritmo.  Probaremos primero con los pejerreis.
Una vez en el pesquero, no perdemos tiempo y comenzamos a lanzar, codo con codo, en la misma piedra, y soy yo, al tercer lance, el que tiene suerte. Una pequeña y peleona sierrita decidió atacar con rabia el magnet darter. Pena que no hubo doblete.
Como siempre, corre para arriba, coge la cámara, retratera y vuelta al mar, que aún le quedan kilos por engordar... La alegría fue muy grande, pues días atrás no se veía actividad en esa zona y sí mucha carnada, y hoy parecía que se les podía engañar. Además, era el primer sierra que pillo en ese veril en años de pesca. Habían razones para estar motivados.

Sin embargo, eso fue lo único que vimos en unas 6 horas de spinning por la zona, moviéndonos por las bajas más propensas de ser rondadas por los carángidos, pero nada de nada, solo un pejerrei de 5/6 kg mostró interés a un paseante de Dani, persiguiéndolo hasta las rocas.
A última hora, cansados y de vuelta al coche, decidimos seguir pescando y tocar las espumas y piedras, ahora en busca de róbalos.
Tras unos 20 minutos lanzando y caminando, de pronto me encuentro una imagen sorprendente tras unos riscos.

Dani está pegado, no me lo esperaba y veo como la caña se dobla mucho en el intento de varar el pescado. Rápidamente le ayudo y la ponemos en seco. El día de búsqueda a tenido su fruto, una loba hermosa que pasó sobradamente los 5 kilos nos ha dado mucha alegría y esperanza de volver a pillarlas.
Evidentemente, la captura me dejó adrenalítico perdido y mientras el compañero se hacia las fotos, yo continué rebuscando entre la espuma y las olas en busca de mi loba. El día estaba echado, la oscuridad hizo acto de presencia y nos retiramos rumbo a casa.
Me queda decir que todo el trayecto de vuelta lo hice en silencio, cansado y destrozado pero muy contento por el día que había pasado. Solo habíamos tocado dos peces en más de seis horas, pero las conclusiones nuevas y el pez del compañero bien valían la jornada de la que habíamos disfrutado.                                                                        Enhorabuena Daniel.                                                                                                                                                             

domingo, 17 de enero de 2010

Nikon Coolpix P90


Tengo jugete nuevo. En realidad lo tengo desde reyes; llegó gracias a la parienta, que tras marearla mucho mucho mucho, se decidió a darme una alegria de las buenas.


Siempre me ha llamado algo la atención la fotografía, y cada vez más se me daban numerosas situaciones en las que echaba de menos una máquina algo más específica y fina que las típicas digitales. Además, la JVC que tenia ya renqueaba, por lo que tenia la excusa perfecta. Ahora tengo mucho por delante, ya que en realidad mis conocimientos se reducen a lo más básico y con esta cámara puedo aprender bastante si no me estanco en los típicos formatos.
El cacharro está genial para iniciarse en la fotografía digital y poder obtener imágenes de mayor calidad que las que generalmente se consiguen con las cámaras "baratas". Ahora estoy en época de leer mucho y detenidamente el manual de usuario, y volverme loco sacando fotos y pruebas. Es muy entretenido y lo bueno es que esperfectamente compatible con la pesca y el senderismo. Un placer y una relajación total.

 Aquí os dejo el enlace con todas las especificaciones por si alguien le quiere echar un vistazo.

Si alguien la ha usado o ha tenido alguna, me gustaria leer alguna opinión sobre el funcionamiento, uso...
Gracias y un saludo.

Pd: Hemos vuelto a dar con las lubis este fin de semana... mañana os cuento, que ya es tarde y hay que madrugar.

Algunos cambios.

Ahora me ha dado por cambiar el "look" del blogg. Las barras por las que se dividian los textos no me gustaban mucho, creo que ahora es más cómodo de leer. Igual le termino de dar un toque final ampliando los margenes de los textos..
Siento las molestias.
Muchas gracias.

viernes, 15 de enero de 2010

Un ratito de Jigging cerca de casa.

"Lo prometido es deuda"
Lo que son las cosas. Mi último día de pesca, a jigging, lo estaba empezando a valorar con negatividad como ya comenté con anterioridad. Casi 16 horas de navegación y pesca. Nos habiamos pegado un palizón para poca cosa a mi parecer, pudiendo haber disfrutado de la pesca en nuestro norte querido lanzaroteño, en el cuál hacia ya unas semanas buenas que no pescabamos por culpa de la meteorología adversa. 
Hoy mediodía, mientras escribia poco concentrado la entrada anterior e intentaba mantener una conversación algo cuerda con mi buén amigo y compañero de pesca Dani, recíbo la llamada de Aarón. Al muchacho, que tiene una buena zodiac para hacer jigging, le encanta la pesca y todo lo relacionado con el mar, y de vez en cuando nos juntamos los tres para echar unos lances y pasar buenos ratos. Quedamos a las tres y media, con el pensamiento de pasar unas tres horas de pesca.

A esa hora ya estoy en el varadero y la zodiac, para mi sorpresa ya está en el agua. Nos acompaña Marc, un joven vecino del pueblo que no pesca, practica surf, y viene a pasar el rato y disfrutar del mar.
La idea es pescar cerca del pueblo, en las piedras que conocemos y aprovechar el tiempo, ya que en pocas horas hemos de volver; se hace de noche, la marea viene vaciando y hay mucho rebozo para varar la zodiac en tierra con poca agua;no queremos más sorpresas. Ponemos rúmbo y en unos cinco minutos estamos en la primera marca. Comenzamos el sube/baja y al poco Dani y yo tenemos sendos roces en los jigs; "parece que se mueve algo por ahí abajo"...pero no clavamos.

Nos volvemos a remontar,  nos animamos con algo de buena conversación y risas y esta vez, nada más llegar al fondo en uno de los lances, el jig queda clavado, aguanto la caña con fuerza y comienza a salir hilo del carrete. Lo hace con fuerza, pero a ratos(pensamos en una sama), y en nada comienzo a bombear y pongo en al barco una preciosa sama de unos 5 kilos.
Es la primera de este año y me pone muy contento comenzar a tocarlas  en estas fechas. Después de unas cuantas pasadas más sin sentir nada más, comienza a chispear algo de agua y decidimos movernos de piedra; otros cinco minutos de trayecto y estamos de nuevo moviedo jigs en busca de algún medregal. No tardamos en sentir ataques de pescado a los jigs, y en una de estás hacemos "doblete" Dani y servidor.

Se trata de pequeños loquillos que no llegan al kilo y medio de peso. Rapidamente son puestos en seco, fotografiados y devueltos al mar con la esperanza de dar con ellos de nuevo dentro de unos años... Me hace mucha gracia cuando gente que conozco embarca peces de tallas mínimas con la excusa de que son ideales para una racíon de comida: "¡Tirarlo yo al agua! Pues si este tiene el tamaño justito de la bandeja...no lo tengo  ni que trocear..."  
Con todo ello, recriminarles con base y fundamentos te puede hasta costar una discusión.

A Dani y al que escribe, por lo menos, nos es de lo más agradable capturar un "pequeñín" y devolverlo al agua pensando que se reproducirá, habrán más individuos e incluso el indultado  volverá a picar. Todo es cuestión de fé, coherencia y saber hasta que punto y cantidad tenemos derecho a arrebatar la vida del mar. Fuera filosofía:
Volvemos a la pesca. Trás el buén acto de liberación, nos volvemos a remontar por otra de las caras del veril que estamos sondeando, vemos algo de carnada en el fondo y la sonda comienza a cantar manchas gordas a mitad de agua; bicudas es lo que pensamos. Y no nos equivocamos, comienzan unos cuantos ataques y clavamos par de ellas que son libaradas incluso antes de tocar el suelo del barco; no andamos tras ellas y tampoco tenemos mucho interés en hacer una masacre, por lo que pasamos de largo la mancha con la idea de toparnos con algún bicho que ande tras las bicudas.

Ahora le toca a Aarón. Mientras Dani y yo nos empecinamos en tentar medregales, el compañero de pronto canta picada y vemos como su caña Squadra(que tírria les tengo) se dobla y el Accurate665NN comienza a sacar hilo. Ha sido una buena clavada y nos la jugamos pensando en un loquillo que pase los 6/7 kl. 
Sin embargo, comienza a dejarse venir sin oponer mucha resistencia, por lo que surgen las dudas. A los pocos minutos es un abade de unos 4/5 kl el que nos brinda nuevas alegrias; el día comienza a verse de color de rosas, ya que si hay algo que me encanta es una pesca en la que toques diferentes especies.
Inevitablemente, también comienzan las comparaciones con nuestra anterior salida pesquera mientras nos relajamos y comenzamos a pescar con la satisfacción de haber disfrutado plenamente del jigging. 

Se nos echa la tarde encima, pero aún hay tiempo para unas remontadas más y volvemos a toparnos con las bicudas, que se siguen mostrando agrasivas y atacan sin merodeos. Decidimos embarcar dos de ellas para hacer una buena cena el fín de semana en casa del patrón de la zodiac, y el resto, unas seis o siete fueron también devueltas al mar. Nada más, solo otra picada en el fondo, una sama o abade para servidor, que no clavó bién y se fué por donde vino. 
Contentos y con buenos ánimos terminamos el día con la esperanza de que en las próximas salidas démos con los medregales mas creciditos, los dumerillis que tanto respeto nos imponen y suben la adrenalina hasta límites insospechados.
En fín, ésto fué la pesca de hoy, variada, cerca de casa, y a cinco minutos...


Mañana hay pateo por la costa, caña y mochila en mano, en busca de buenas sensaciones... La compañia, como no, será la de Dani. Todo un placer.


jueves, 14 de enero de 2010

Jigging para olvidar...

En este tiempo de ausencia ha dado tiempo para casi todo: mucho Spinning, algo de Jigging y mucho pateo por la costa en búsca de la reina, la lubina. Poco a poco seguimos aprendiendo de sus hábitos, sus zonas de caza, sus días y momentos de actividad...cosa a parte son los pejerreis, que durante semanas se dejaron ver en abundancia pero que en los últimos días parecen haberse dado un descanso, como consecuencia creo de la influencia de la luna en estos días(han sido días de baja actividad).
Como anécdota, contaré que hace cuatro días, a la una de la madrugada, me equívoqué al pulsar una tecla del ordenador y borré la entrada de spinning que habia preparado(cosas del cansancio...) en esos días. Espero recuperar las fotos y poder colgarla en estós días.
Pero volvieno a la pesca: nos hemos dado el gustazo, por una parte, de voler a visitar nuestra isla vecina, la Maxorata, un lugar maravilloso al que solemos acudir de vez en cuando, y nos hemos dado, por otro, una de las mayores palizas que recuerdo pescando.

Comenzaré diciendo que los aventureros en esta ocasión fueron Josito, buena persona con una gran voluntad y amigo de los amigos, y el compañero Daniel, además del que escribe. Tres jovenes con ganas de pasar un buén día de pesca en una embarcación Lema de seis metros propulsada por un Volvo Pentax 250(gastón, ya lo vereis). Como anécdota tened en cuenta que le pusimos 100€ de gaslina(unos 120 litros) antes de salir. En total partiriamos con unos 140 litros.
Habiamos quedado a las 7 de la mañana para partir de Marina Rubicón rumbo "sur" e ir tocando zonas que ya conociamos de anteriores ocasiones. Esta era la primera vez que Jose iba a bajar tanto con su barco, por lo que la experiencia y la decisión de donde y hasta cuando pescar quedaba casi en manos de Dani y mías, y conociendonos ya, ibamos a aprovechar lo máximo posible nuestra estancia en aguas majoreras. La idea era capturar algún mero y tantear si los grandes medregales se esaban dejando ver por las caidas que ya conociamos. Tengo que decir que a mitad de camino paramos en una piedra, dejamos caer señuelos con la esperanza de encontrar por allí algún abade o sama y no tuvimos nada de suerte. Solo dos tímidas picadas hicieron que se nos sobresaltara el corazón un poco a Dani y a mí.Comenzábamos a hacernos a la idea de que no era un día  de mucha actividad y no nos ibamos a llevar muchas sorpresas, y como antecedente teniamos dos días atrás de bolos a spinning en zonas relativamente buenas de pejerrei, sierras... Total que levantamos señuelos y continuamos nuestro trayecto, quedan muchas millas por recorrer. Al poco divisamos un saco de fardo flotando, nos fijamos bién y vemos que una tortuga nada pegada a él.
Decidimos parar y acercarnos para observar mejor a la tortuga, ya que en otras ocasiones hemos tenido que liberarlas de los hilos y cabos que se enenredan en las patas y cuello del animal, llegando incluso a amputar los miembros. Pobre bicho, se trataba de una tortuga Carei, en peligro de extinción, y que estaba totalmente enredada en los hilos del saco. 
¡Malditos cochinos los que tiran esas basuras al mar.! Las tortugas se alimentan entre otras cosas de medusas, y confunden los hilos de los sacos, los plásticos y otros deshechos con ese alimento. Normalmente mueren asfixiadas al tragar los plásticos, amputadas por los nudos de los hilos o desnutridas por ser imcapaces de nadar normalmente(eso sin contar los parásitos que se aprovechan de la situación). Bueno, la subimos al barco y comenzamos con cuidado a desnredar y cortar el saco.

El cuello y una de las patas estaban enredadas a punto de ser cortadas por el hilo plástico, y creo que el animal tuvo que sentir una gran sensación de libaración cuando la desenredamos.
Unas cuantas fotos de recuerdo y fué devuelta al mar con todo el cariño del mundo. Al final del día habiamos visto cuatro tortugas, delfines y tiburones martillo. Después de navegar varias millas y haber llegado a nuestro destino comenzamos de nuevo la batalla de los hierros. Nada más llegar, en un fondo muy cómodo de 70 metros y con un marisco que marcaba carnada en el fondo, Dani toca escama, y de la buena. Lo habia visto como se preparaba y dejaba caer su jig antes que nadie, y pensé : " No pasa nada, no creo que pege nada más llegar...", y me equívoqué. A la primera vuelta de manivela, pude ver como la caña se dobló bruscamente, Dani lo aguanta con fuerza  y el bicho cabecea con fuerza pero no corre, solo saca hilo de dos en dos metros. Se me enciende la bombilla y ya sé lo que ha picado. Me vuelven recuerdos de otros meros que he sacado y se lo digo al compañero, que duda de si puede ser una buena sama. Sim embargo, continua aguantandolo en el fondo y poco a poco comienza a bombear con suavidad y a traerlo a superficie. Ahora estamos seguros de tener un pipa al otro lado de línea.

No me habia equivocado, se empieza a ver una mancha marrón y amarilla en el fondo y a los pocos segundos tenemos en el barco un merito de siete kilos y medio. No podiamos comenzar mejor nuestra estancia en esa piedra que tan buenos recuerdos y resultados nos ha dado en otras ocasiones. Sin embargo, sabiamos que esto no queria decir nada, ya que aunque el pescado no esté de comer, si a un mero le pones comida o una imitación de ésta delante, se lo traga sin contemplaciones. La verdad que no fué el único que quiso destrozar nuestros hierros; al poco tiempo Jose clava otro pez que reacciona igual que el de Dani, otro mero seguramente. La pena fué que a los pocos segundos de lucha el pez se desanzuela y nos deja con cara de tristeza. Por casualidad miramos el indicador de la gasolina y nos damos cuenta de que hamos consumido más de lo que pensabamos, y nos vemos con el combustible bastante justito para volver a Lanzarote. La aguja del marcador creo que no andaba bién, y ésto me puso de los nervios. Gracias que un charter amigo de Lanzarote también andaba por la zona y nos podia echar una mano en caso de emergencia. Una opción podia ser parar en el Cotillo, pedir un taxi y acercarnos a La Oliva a comprar gasolina, y garrafas homologadas(nos iba a salir una pasta), o jugarnósla y probar a llegar a Lanzarote o Corralejo en su defecto. Esta última opción no nos gusta. De momento, como es pronto, seguimos pescando, ya que no hay nada de garete, el barco no se mueve de la piedra y lo hacemos con el motor apagado.

Al poco rato, otro mero decide destrozar el jig de Jose, y éste si que es grande. Por la experiencia, ese mero no bajaba de los 20 kilos. Era un bicho, y Jose lo aguanto con mucha fuerza, forzando el equipo casi al máximo. Pena que tras unos minutos de lucha, justo cuando el bicho ya casi estaba rendido, el nudo cede y el serránido se marcha con el señuelo y el bajo colgando de la boca. Nunca me han gustado mucho los nudos que estrangulan el bajo con una gasa en el hilo tipo bimini-bristol o all-briht. Son muy buenos nudos, y cómodos a la hora de cambiar de bajo, pero tienen el problema de que acaban quemando/cortando el fluorocarbono o nylon que usamos. Hay que revisarlo de vez en cuando y nos despistarse, porque si ese día topas con un buén bicharraco y tienes que forzar el equipo, existen muchas probabilidades de perderlo. Prefiero, desde hace años, el Pr Knot(el de la bobinita dichosa de Shout). Casi no lleva mantenimiento y es 100% de fiar, siendo ideal tanto para spinning como para jigging. Total, peor no nos podian estar saliendo las cosas, pero poco después comenzamos con un festival de bicudas que no paraban de entrar a las muestras. Unas 15 pelágicas subieron hasta la borda del barco para volver a ser liberadas. Solo unas cuantas se quedaron con nosotros para pasar a ser parte de la cadena alimentaria.

Y esto fué la pesca del Martes, todo lo demás fué llegar al Cotillo, hablar con los amables marineros y lugareños que nos hicieron el favor de prestarnos garrafas y acercarnos a la gasolinera(¡venga, otros 60 litros!), y volver tarde y de noche a puerto en Lanzarote. Yo personalmente, me acosté a dormir placidamente y a pierna suelta en el camarote mientras Dani y Jose se contaban batallas y vivencias de pesca. LLegé a puerto destrozado por las millas recorridas y la paliza de sube y baja que nos habiamos dado con los hierros. Haciendo balance, habiamos sacado un mero y unas cuantas bicudas, perdimos dos buenos pipas y personalmente, solo toqué unas 5-6 bicudas. A mi modo de ver, no me merecio la pena ni la paliza ni la pesca que hicimos. La compañia y el día en sí fué muy divertido, pero la mísma jornada la podríamos haber desarrollado en Lanzarote, sin tener que gastar tanto dinero ni habernos destrozado fisicamente. Fué algo nuevo, para contar, recordar un tiempo y aprender de los errores. Lo dicho, un día de Jigging para olvidar...

Pd: Son casi las dos y media. Almuerzo, y en 30 minutos estoy en el agua de nuevo moviendo jigs con Dani, esta vez detrás de los medres. A ver si hay suerte y esta noche hay algo bueno que contar.
Saludos a todos.